Aborto nacional


El paquete fiscal ha llegado como ese hijo bastardo del cual nadie se quiere hacer responsanble. No es por feo o malcriado, sino porque es difícil verle un futuro prometedor, además está la incertidumbre de hasta cuando permanecerá con nosotros.

Según nuestro Secretario de Hacienda, la recesión mundial nos afecta, pero a este problema se suma la caída en la producción de nuestro preciado oro negro. De tal forma que la ley de ingresos fortalecerá la estructura tributaria y reducirá la dependencia elevada hacia los barriles. Advierte del riesgo en la estabilidad macroeconómica del país, en caso de no recaudar impuestos. Pero que mayor riesgo que enfurecer a más de 100 millones de mexicanos. Los pocos que pagan impuestos pertenecen a la clase media, la columna vertebral de la nación. México apeligra de quedarse paralítico si se ejerce mucha presión a los pertenecientes de dicho nivel socioeconómico.
Bien lo señala el Nobel de economía Robert Engel, otro países han reaccionado contrariamente ante el riesgo de la inestabilidad financiera, conservan sus gastos altos pero con los gravámenes bajos. El galardonado del 2003 propone: Flexibilizar y minimizar la reglamentación para la creación de pequeñas empresas.

Es muy tarde para abortar. El gobierno ha parido trillizos, cada uno con espeluznantes amenazas. El primer engendro con apellido: IEPS (Impuestos especiales sobre producción y servicios) elevarán las cuotas de telecomunicaciones, juegos, sorteos y nuestra única puerta de escape el alcohol y el tabaco.
La segunda ladilla denominada: Impuesto sobre la renta, causará incesante comezón al incrementar un punto porcentual a la tasa de los depósitos en efectivo, además propone elevar de forma "temporal" la tasa marginal máxima para personas inmorales y personas físicas de mayores ingresos en 2 puntos porcentuales.
El tercer y último parásito fue bautizado como: Impuestos al consumo, plantea crear un gravamen de contribución para el combate a la pobreza, con un nuevo impuesto que gravará sobre una base de efectivo con una tasa de 2% a los ingresos derivados de la realización de ventas, aplicándose en todas las etapas de la producción de manera no acumulativa, permitiendo su acreditación y evitando la tributación múltiple.

No nos queda de otra, ajustemonos el cinturón, que las dietas y la vida sencilla comiencen. Aquellos impuestos bastardos se unirán a nuestra conflictiva familia, con su hermana la tenencia y demás indeseables parientes. Se nos adelantó el "Halloween". Falta esperar las acciones en contra que tomarán las diversas asociaciones civiles ante el horror que ha causado el gobierno.

2 comentarios:

esquinacorintia dijo...

Jaajajaja, buena columna, muy imaginativa y bien documentada.

Tenga cuidado con los acentos, por ahí se le fue uno.

Disfruté mucho leyendo esta paradia. Qué, bien el humor siempre es agudo e inteligente.

Silvestre dijo...

No maaaa... Woow, está buenísima. Te la volaste con la familia, la comezón, la hermana tenencia, etc, etc. Y lo mejor: Se nos adelantó el Halloween: Yupi!!! :) Felicidades mi buen. Está punzante y MUY cagada.
P.D.¿Las fotos son de los critters, o de los gremlins?

Publicar un comentario