¡A la esquina con orejas de burro!

Reprueban en desempeño 71 programas del Gobierno federal sujetos a reglas de operación, a los 58 restantes no les fue tan bien. En el reporte de resultados del Índice de Desempeño de los Programas Federales (Indep), 16 estrategias ubicadas como prioritarias en la exposición de motivos del proyecto de Presupuesto de Egresos para 2010 obtuvieron una calificación promedio de 52 en una escala de 100, ni siquiera de panzazo.
Una palomita al gobierno calderonista por promover la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la cual permite diagnosticar los programas federales. Tache a los directores de dichos programas y un D/A al gobierno actual por seguir invirtiendo en programas que demuestran ser ineficientes.
Entre los programas prioritarios peor evaluados se encuentran el Seguro Médico para una Nueva Generación, de la Secretaría de Salud, con 27 puntos. Este es un seguro voluntario de gastos médicos para los niños recién nacidos y sus familias, que no gocen del seguro social. Son más de 830 mil niños afiliados al programa, los cuales podrán renunciar o disfrutar de los abruptos beneficios del programa propuesto por el presidente Felipe Calderón.
Hábitat, de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con un puntaje de 38 puntos. Tiene como objetivo: contribuir a la superación de la pobreza y al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de zonas urbano-marginadas. El principal problema es la ambición de querer resolver la pobreza y al mismo tiempo proteger y conservar las ciudades y centros históricos que formen parte de la UNESCO.
En tanto, el Seguro Popular obtuvo 53 puntos y Oportunidades 64. Ambos programas, dirigidos a personas de bajos recursos, buscan mejorar el nivel de bienestar de salud, educación y alimentación.
No se trata de anunciar iniciativas sociales y presentarlas como las grandes salvaciones de nuestro México. Un verdadero programa se conforma de un diseño y alineación estratégica, cuenta con una operación integrada por procedimientos, mecanismos y demás sistemas, por último deben de estar orientados a la ciudadanía.
Aunado el fracaso de dichos programas, el paquete fiscal empieza a carecer de racionalidad. Es verdad se nos acaba el petróleo, pero nos damos cuenta con cifras de que las inversiones están mal distribuidas. Recursos en México existen, sin embargo enfrentamos un problema al administrarlos. Si nos hace falta lana no pidamos más, cuidemos lo poco que tenemos y seamos sabios al invertirlo y gastarlo.

1 comentarios:

esquinacorintia dijo...

Este texto pudo ser un buen artículo si lo hubiera apresurado tanto. Mucho dato duro, uno tras otro y no equilibra la información. Tengamos cuidado con eso.

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